sábado, 14 de febrero de 2009

La droga del amor


Se me acaba de ocurrir cómo relacionar mi primer blog, el día de San Valentin y la Biología: ¿el amor es bioquimica?
Parece ser que cuando tenemos entre 5 y 8 años elaboramos un mapa mental de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de una persona y no de otra antes de que una persona se fije en otra. ¿No os acordáis que cuando éramos más pequeños sabíamos cómo queriamos que fuera nuestra alma gemela? Pues ahí parece que está la solución. Lo que pensábamos que era un juego resulta ser que no, estábamos elaborando nuestro modelo ideal de pareja para dentro de unos cuantos años.
La química del amor: ¿podemos deducir que el amor es el resultado de un montón de moléculas de adrenalina? Cuando estás loc@ por alguien, cuando le ves se te pone el corazón a mil, concretamente 130 pusaciones por minuto, la presión arterial sistólica sube hasta las nubes, liberamos grasa y azúcares, y para que no nos falte el oxígeno se generan más glóbulo rojos. Si es que ya lo dicen: no hay mejor ejercicio que el amor (en todos sus sentidos). Todo esto sucede como consecuencia de la secreción de adrenalina por orden de las células nerviosas que se activan cuando vemos, pensamos.. en esa persona. ¿Os imagináis la cantidad de impulsos nerviosos que se pueden producir en ese momento? ¿Y si además se mezclan con otros sentimientos? ¿Quién no ha tenido miedo al estar enamorado? ¿ o sudas cuando hablas con ella? ¿Y eso de tener mariposas en el estómago? Pues sí, todo está relacionado. A través de nervios los impulsos se transmiten a todos los capilares, folículos pilosos y glándulas sudoríparas del cuerpo, el estómago, las glándulas lacrimales, la vejiga y los genitales. ¿Y la razón? Parece que es la única a la que no le dejan jugar al juego del amor.
¡Y la cara que se les pone a algunos cuando están colgados por alguien! Claro que eso también tiene explicación: la familia de las anfetaminas, si, si. Resulta que somos capaces de estar colgados sin más ayuda que la del amor, y todo porque segregamos feniletilamina y como cnsecuencia la dopamina (responsable de la capacidad de desar algo y repetir un comportamiento que nos haga sentir bien).
Pero todo es bueno en su justa medida. ¿Qué pasa cuando llega el desamor? El amor se convierte en una enfemedad : el mal de amor, que es una depresión psíquica. Normal, después de estan colgados y sufrir su adicción viene el momento en el que se acaba y sufrimos el síndrome de abstitencia. Con razón el amor es una droga. Su cura: el chocolate: muy rico en feniletilamina.
Así que a los que esteis enamorados: ¡disfrutad! y a los que se os acabó el amor en algún momento: a comer chocolate!

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